Ser joven en Honduras no es tarea fácil

De los creadores de “Diario de una Voluntaria” nace “Diario de una Becaria”. Soy Alejandra y desde el mes de enero estoy haciendo prácticas en la Fundación. Verdaderamente está siendo una experiencia conocer tan de cerca (aunque sea a través de una pantalla) el funcionamiento de la escuela y el estilo de vida de nuestros alumnos. Y si una cosa me ha quedado clara en los meses que llevo aquí (y de la que estoy segura de que me reafirmaré en los que me quedan) es que: ser joven en Honduras no es tarea fácil.

Los índices de inseguridad y de violencia son terroríficos, y los principales afectados son los jóvenes. Así lo reflejan estudios periódicos de organizaciones defensoras de los derechos de la niñez y adolescencia. Son muchas las propuestas de ONGs y fundaciones que luchan para cambiar esto. Saben que la juventud sufre abusos y maltrato de todo tipo y que esto les posiciona en una situación de vulnerabilidad absoluta. Muchos de los jóvenes hondureños no pueden acceder a una educación por tener que trabajar para ayudar a sus familias o por no poder permitírselo. Según las estadísticas, el 54,2 % de los niños en edad escolar no están matriculados. Esto los lleva a acabar metidos en temas de violencia, narcotráfico y extorsión. Por lo que es imposible que el día de mañana opten a un futuro digno.

Estas instituciones plantean una renovación social desde el eslabón más débil de la cadena: la educación. De otra forma sería imposible realizar un cambio social bueno y duradero, ya que como quien dice, no se puede comenzar la casa por el tejado. Está claro que la educación asienta las bases de una sociedad e impulsa el progreso de esta.

En este punto es donde entra la fundación. Como ya sabéis, apostamos por la inserción en las áreas rurales del país ofreciendo educación a 135 alumnos.  Pero la sociedad no se cambia solo con conocimiento. Es importante hacer hincapié en valores y en hacer ver que un futuro digno comienza con una buena educación, y que para ello necesitas sacrificar unos años previos.  Bajo mi punto de vista,  deberían ser proporcionadas  las herramientas necesarias para llevar esto acabo, a la vez que concienciar a la población sobre esta realidad. Pero las ayudas  son escasas y como hemos dicho antes, muchísimas familias no pueden permitirse que sus hijos vayan a la escuela. Otro gran inconveniente es que, de los alumnos que han recibido educación escolar poco pueden llegar a la universidad. Las matrículas, el material y el transporte  no están al alcance de cualquiera. Esto provoca que la formación académica se quede a medias, y seguramente repercuta de manera directa en su futuro. En cierto modo es como volver a la casilla de salida.

Está claro que hablar de esto es muy fácil y que para nosotros este escenario es prácticamente impensable. Por ello, desde la fundación aportamos nuestro granito de arena trabajando en diferentes proyectos enfocados a becas directas para nuestros alumnos. Una de ellas es la Beca de Universidades. Con las que, gracias a las donaciones de los socios y voluntarios  y a los convenios con las universidades, nuestros alumnos de la escuela del vidrio pueden completar su formación académica.

¡¡Si estas interesado en ayudar en este proyecto o en cualquier otro echa un vistazo a nuestra página web!! 💙

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