El ADN y la historia de la Fundación

El ADN contiene toda la información genética que nos hace “humanos” y todas las diferencias que hacen que seamos únicos. Es decir, hablando de la Fundación Verón, absolutamente todo en ella tiene como meta ayudar, ser solidaria, sensible y eficaz para quien lo tiene más difícil. Así, en general, como parte de la familia que no tiene ánimo de lucro. Pero, sobre todo, Verón es sus proyectos, aquéllos que la individualizan y que se dirigen a una población en una zona rural de Honduras, donde los protagonistas son unos jóvenes que aspiran a una educación como herramienta para construir su futuro. Nada más y nada menos.

 

La historia se inicia en el 2015, cuando construye una escuela en la aldea de Camalote (El Progreso, Honduras) diseñada para impartir una formación técnica en vidrio al tiempo que la educación reglada para jóvenes que han quedado excluidos del sistema por falta de recursos. Es la Escuela del Vidrio y Hostelería de Honduras. Ciertamente, el grupo de edad que atiende, de 13 a 18 años, suele ser el gran olvidado, nadie se fija en ellos porque ya no son niños, ni tampoco son adultos, son simple objeto de deseo de las maras hondureñas y del trabajo precario para ayudar en casa. Eso sí, una vez que los has visto, que los has conocido, llenos de fuerza, de ilusión, de ganas, es imposible permanecer indiferente. Recibir una formación profesional de calidad – el diseño curricular fue hecho por la Fundación Fábrica de Cristal de la Granja de San Ildefonso (Segovia) – les permite acceder al mercado laboral con unas capacitaciones de las que otros carecen en un campo allí pionero.

Pero, con la Escuela en marcha, se dieron cuenta de que muchas veces los alumnos la única comida que realizaban al día era la que les proporcionaba la Escuela, donde los estudiantes acuden becados al 100%, así que, se remodelaron las cocinas para acoger la segunda especialización técnica, la de cocina y turismo, que abrió en el 2016/17. Son también tres años de formación sobre cocina, nutrición, atención al cliente, protocolo y las mil materias que componen esta profesión. Os diremos que la acogida y los objetivos de empleo que se logran en esta área son muy elevados.

Por supuesto, no hay formación profesional dual que no sea completa sin que haya prácticas reales, por eso surgió  LAHAT, un taller que hace que los alumnos de la especialización de vidrio realicen trabajos de encargo y puedan permanecer durante dos años más estudiando no sólo otras técnicas sino también business-plan, presentación de producto, relaciones con el cliente, programas de diseño…

Las prácticas necesarias para el área de cocina y hostelería para los estudiantes del último año se hacen en hoteles y restaurantes de la zona, entendedme “zona” comprende un área vastísima, allí las distancias son distintas, pero en 2019 se puso en marcha un proyecto precioso: EL FOOD TRUCK SOLIDARIO DE LA ESCUELA DEL VIDRIO. Tiene un doble objetivo: por un lado, el educativo. El Food Truck hace enfrentarse al alumno con un negocio real: diseño de menús, elaboración, aprovisionamiento, trato con el cliente … Y, por otro, el solidario, también se hacen salidas a centros infantiles y de mayores sin recursos para que puedan disfrutar de su cocina, de sus talleres, de sus actividades. Cada salida está minuciosamente planeada.

Pero esto no es todo, ni mucho menos, porque según va pasando el tiempo La Escuela del Vidrio y Hostelería de Honduras, se va convirtiendo en mucho más que una simple escuela, es el lugar dónde los alumnos se sienten seguros y parte de una comunidad con sus compañeros y profesores, lo que les aleja de caer en las maras, y donde se sienten ellos mismos, crecen personal y profesionalmente. Allí tienen la responsabilidad y la capacidad de construir su futuro. Por ello, porque son chicos que demuestran una extraordinaria valía, con mucho esfuerzo de recursos, pero. como una evolución natural, se empezaron a conceder BECAS, para continuar nada menos que con estudios universitarios (Ingeniería, Derecho, Informática) o especializados  (empleaods en cruceros); o MICROCRÉDITOS, porque algunos tenían muy claro que querían poner su propio negocio (Peluquerías, plantación agrícola). Atender a los chicos de una forma integral también requiere conocer su entorno, así nació la ESCUELA DE MADRES Y PADRES, para involucrarlos y que sean conscientes de la importancia de que sus hijos completen su educación, allí se celebran charlas, formaciones diversas y hasta talleres de desarrollo profesional para ellos.

La Escuela no es una isla, no podía permanecer indiferente a los problemas de su alrededor, por eso, sus propios alumnos son VOLUNTARIOS en programas de alfabetización de adultos, crean brigadas de limpieza, etc., y los profesores, que tienen una calidad humana impresionante, también acompañan durante todo el proceso a los padres para que registren a sus hijos, se organizan como pueden para entregar provisiones y ayudar en las catástrofes y hacen lo imposible para solventar cualquier obstáculo. Pensando en la comunidad también se activaron LOS HUERTOS FAMILIARES. Aprovechar los recursos naturales de forma responsable, aprender nociones de nutrición y abaratar la cesta de la compra son su razón de ser.

El año pasado, la pandemia obligó a cerrar la Escuela y la brecha digital dejó de ser un concepto abstracto o de segundo orden para ellos, porque sin uso de tecnología el curso se antojaba insalvable. Procurar los medios, adaptar los contenidos, hacer el seguimiento y hasta procurar una señal, fue todo un reto. Falta mucho camino por andar, pero ya nadie duda de que es imprescindible tener acceso y saber usar herramientas digitales. Así nació el proyecto CLUB DE TECNOLOGÍA.

Hablando de tecnología, otro proyecto de este año es LA COMUNIDAD DE EMPRENDEDORES, gracias a una alianza con Tetuan Valley, pre aceleradora de Startups de Google, se trata de replicar su Startup School adaptada a la realidad hondureña y formar a 5 egresados de la escuela a materializar sus ideas de negocio. El objetivo es iniciar una comunidad activa que vaya creciendo y en la que todos intercambien información, experiencias, herramientas… para que el emprendimiento no sea una labor a la que enfrentarse en solitario.

Lo sabemos, es un post demasiado largo, pero es que aún hay más, así que os recomiendo un paseo por la web y nuestras redes sociales para conocer lo que hace y es LA FUNDACIÓN VERÓN

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