Contexto: ¿por qué este proyecto?
En Honduras la perspectiva vital es a corto plazo: a la supervivencia diaria; es por ello por lo que muchas veces se prioriza el trabajo, sea cual sea, a la educación, dada la inmediatez de ingresos requerida. Culturalmente, son los padres y madres los que inculcan esta preferencia a sus hijos, por la falta de acceso a la educación y al conocimiento de los beneficios a largo plazo que ésta supone. Pues la falta de recursos de las familias hondureñas es la causa más directa del trabajo infantil en Honduras, siendo una de las razones por las cuales muchas familias deciden no escolarizar a sus hijos o sacarlos de la escuela para que se pongan a trabajar.
La Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples 2021 da a conocer que el 12% de los hondureños mayores de 15 años no pueden leer o escribir. Además, según el INE a partir de los 36 años el analfabetismo aumenta, hasta alcanzar su máximo en personas de 60 años o más con un 34% de analfabetismo.
Más allá de la perspectiva educativa, hay muchos temas con los que no se familiarizan los parientes debido a la brecha generacional y digital, pero resultan vitales para el desarrollo de una convivencia igualitaria. De aquí nace la Escuela de Madres y Padres, un proyecto especializado en su formación para que puedan educarse y concienciarse de las necesidades educativas y sociales de sus hijos. Poco a poco, con los años, al ir implicando más a las familias con la educación de los jóvenes, hemos ido incluyendo talleres de desarrollo profesional, para que puedan generar ingresos para el hogar.