Vive la graduación de la Escuela del Vidrio

El pasado mes de noviembre se celebró la fiesta de graduación en la Escuela del Vidrio y Hostelería de Honduras. Es imposible explicar con palabras el torbellino de emociones que allí se vive.  Los alumnos son acompañados por sus padres o por sus hermanos o por sus amigos, siempre una persona especial porque el significado de tener un título allí es enorme.

Si en nuestro contexto es una ceremonia llena de alegría, imaginaos en una zona deprimida. Terminar un ciclo es un esfuerzo enorme, hay que ser conscientes de que muchas veces es difícil continuar educándote, aunque sepas que será una puerta abierta para un futuro absolutamente distinto, y no elegir el echar una mano en casa. Sean o no trabajos precarios, los chicos muchas veces hacen lo que sea para contribuir a la economía familiar y estar años, ¡años!, (es fácil decirlo, difícil cumplirlo), en una Escuela adquiriendo un oficio, estudiando al tiempo la enseñanza reglada, es lo que necesitan, pero no nos engañemos, es complicado.

7ª Promoción de graduados en la Escuela del Vidrio con el Embajador de España en Honduras, D. Guillermo Kirpatrick, y el Presidente de Fundación Verón, D. Rafael Fernández Maquieira

En esta ocasión contaron con un padrino especial, el Embajador de España en Honduras, D. Guillermo Kirpatrick de la Vega, quién a título personal, no dudó en infundirles ánimo. En refrendar con su presencia la calidad de esta Escuela que busca la excelencia y el llegar no sólo a formar, sino a educar transmitiendo unos valores que los acompañarán en su desarrollo personal y profesional.

Los alumnos de la Escuela son totalmente becados, saben que no tendrán otra oportunidad como esta para abrirse camino, por eso, el final es mágico.  Es el paso que de verdad cambia su destino.

 Allí también estaban tres patronos muy especiales de la Fundación Verón y entre ellos, el Presidente, auténtico compromiso con un proyecto en el que la aportación va mucho más allá de lo financiero, se deja el alma, por eso, aunque el viaje se programa con una intensa agenda, para hacer balance, relaciones que sirvan de proyección a los alumnos, saber qué se necesita, cómo priorizar esas mismas necesidades, abrirse a nuevas iniciativas…  la recompensa de vivir el momento de la graduación, hablamos de la Séptima Promoción, es fabulosa.

La Escuela cada vez es más reconocida, es un motor en su entorno, la gestión impresionante de su dirección allí, apoyada por la Asociación Amigos de la Escuela del Vidrio, ubicada en San Pedro de Sula, la Fundación Verón, en España, la Fundación Nacar, en Suiza, es un engranaje eficaz que está dando unos magníficos frutos. Cada institución involucrada en este proyecto va siempre más allá de lo profesional, no existen varitas mágicas para el éxito del proyecto, existe una suma de esfuerzos, de voluntades, de aportaciones, que lo hacen posible. Se necesita todo, y ahí entras tú, querido lector, anímate a ayudarnos, créetelo, tienes capacidad para marcar la diferencia. (nombres de alumnos) te lo pueden contar.

Nuestra más sincera enhorabuena a los nuevos graduados, a los profesores que han sabido motivarlos, al resto de los alumnos para que no cejen en su empeño, a todos los socios y donantes que con sus aportaciones hacen realidad este proyecto y a todos, en todas partes, desearles también una ¡¡¡MUY FELIZ NAVIDAD!!!

 



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