La ayuda y el voluntario

El arte de ayudar 

Voluntariado, qué bonita palabra y más aún con todo lo que engloba su significado.

Un voluntario, completo de ayuda, compromiso, empatía, respeto, comprensión y devoción. Lleno de decisiones, ya no sólo personales, si no de aquellas que hacen que se tenga en los pensamientos a la otra persona, para ayudarle, para ofrecer. Es como una burbuja dentro de esta sociedad en la que la humanidad se mantiene intacta, pequeña pero radiante, permitiendo dar el paso y comenzar a actuar.

El voluntariado pone por delante de otros valores la voluntad, la emoción por encima de la razón, y se calza cada mañana las botas de la comprensión. Pues un voluntario no es una ayuda estandarizada que pueda actuar de manera robótica en las diferentes ayudas que aporte, un voluntario debe conocer, preguntar, interpretar con conocimiento y dejarse enseñar.

🧐Hace unos años comenzó el boom del voluntariado, sobre todo a nivel internacional. Debido a la globalización y a la buena imagen que genera hacer voluntariado, innumerables jóvenes comenzaron a pasar al menos dos semanas de su verano en lugares como África, Asia, o América latina sobre todo. Son cada vez más las universidades, por no decir todas, las que incitan y valoran un voluntariado o ayuda social realizado por sus estudiantes. Qué bueno, la sociedad está cambiando y cada vez se valoran más este tipo de ayudas y entrega. Pero el reconocimiento social de una actividad así es un arma de doble filo. Es aquí donde entra en juego la verdadera voluntad del que ayuda, del que dedica su tiempo. Es aquí donde debemos plantear un ejercicio de reflexión y análisis acerca de las causas que nos llevan a nosotros y a muchos otros a ayudar.

En ocasiones existe el concepto erróneo sobre la ayuda prestada. Ser voluntario no es ayudar, cambiar la vida de alguien y marcharnos. La ayuda consiste en ofrecer herramientas y aprendizaje para que no exista esa dependencia de conocimientos en un futuro.

🚫 Cuidado con caer en el voluntarismo ¿sabes lo que és?

El voluntarismo es usar la imagen o la reputación que da el hacer un voluntariado de forma fría por así decir. Lo importante cuando vayas a hacer un voluntariado es ser empático y desaprender algunos estándares que creemos que son lo que debe de hacerse en todo el mundo. La diversidad cultural es eso. Somos diferentes y convivientes en un mundo que queremos que sea lo más justo para todos y donde se garanticen los Derechos Humanos fundamentales. Compartidos un vídeo que representa lo que no hay que hacer: el voluntarismo 😉

💙 Autoconocimiento para la ayuda

La ayuda es necesaria, y un proceso muy completo aunque a veces sacrificado. Pero está en nuestras manos como posibles voluntarios, el ser consciente de dónde y de qué manera somos verdaderamente útiles. Nosotros, desde Fundación Verón te animamos a que prestes tu ayuda, tus conocimientos y al fin y al cabo, tu persona a la ayuda y necesidad de otros. Pero desde aquí también te animamos a que te informes sobre las verdaderas necesidades del lugar al que vas como voluntario, del contexto y la cultura de las personas. Te animamos a que analices tus aptitudes, a cada cual mejor, y seas consciente de qué es verdaderamente aquello que te hace fuerte, único e irreemplazable. La ayuda está en todos los rincones, solo necesita ser encontrada. Mirada por todos y vista por muy pocos.

 En Fundación Verón trabajamos de la mano con muchos voluntarios. Gracias a ellos nuestro trabajo va creciendo y vemos cómo estamos cada vez más cerca del motivo que nos hizo un día empezar. Tenemos perfiles muy variados y diferente entre sí, donde cada uno aporta sobre aquello que sabe y le hace brillar.

Desde aquí queremos dar gracias a todas las personas que en algún momento de su vida se bajan de la cinta eléctrica en la que todos vamos subidos y deciden pararse a ver qué es lo que ocurre aquí y ahí. A aquellos que se permiten ver, escuchar y conectar.

 

 



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