El Food Truck Solidario de la Escuela del Vidrio

Las sonrisas y los menús van sobre ruedas. Hoy el Food Truck Solidario es una sabrosa realidad que hace gala de cada uno de los componentes de su nombre y hay tanta historia y tanto trabajo entre sus fogones, que merece la pena conocerlo.

Por supuesto, antes de ponerse en marcha se hizo un estudio de viabilidad, porque las asociaciones y fundaciones implicadas, que tienen un alma forjada en valores solidarios, también son conscientes de sus escasos recursos y cuidan muchísimo cada iniciativa que desarrolla. Saben que sin el esfuerzo de muchas voluntades no es posible obtener el éxito. Lo consiguieron: una inversión en su capitalización proporcionada por varias instituciones y, ahora, un coste de mantenimiento realmente bajo, en el que han influido la donación de paneles solares para su funcionamiento y el trabajo de adaptación y mecánica del taller de David Escobar.

El FoodTruck Solidario ofrece menús gratuitos en Residencias de Mayores y en barrios necesitados, ofreciendo recetas sencillas realizadas con materia prima de Km.0. También han acudido a algún centro comercial y lugares de la cuidad de El progreso para que el público conozca de primera mano porqué la Escuela del Vidrio es especial, ya que la Educación cambia vidas y necesita ser apoyada por todos: sociedad civil, empresas y organismos públicos.

En el Food Truck, los estudiantes de Cocina y Turismo de la Escuela del Vidrio son los encargados de la cocina guiados por sus maestros. Las salidas forman parte de sus educación y todos al finalizar hablan felices de la experiencia. En ocasiones se realizan salidas voluntarias, ya que los jóvenes realmente disfrutan y quieren seguir aprendiendo los sábados. Son acompañados de profesores, de un conductor y de personal de apoyo.

Cómo práctica, para los estudiantes es perfecto: Controlar todo lo que conlleva un negocio de hostelería, desde los aspectos técnicos: el aprovisionamiento, la higiene, la manipulación, los tiempos, el emplatado… hasta lo más humano: el trabajo en equipo y el trato con el cliente.

Cuando los han visto trabajar, en cualquier escenario, todos se dan cuenta de la gran camaradería que reina entre ellos, tienen una gran química, y la concentración y sentido de la responsabilidad no restan un milímetro a sus amplias sonrisas.

Al despliegue que realizan en cada salida también se suman algunos de sus compañeros de la especialidad del vidrio. Ellos atienden un pequeño stand en el que se muestran trabajos de bisutería y decoración en cristal, piezas muy lindas cuyo diseño, color, detalle y técnica dejan traslucir la calidad de su formación.

Cada salida se anuncia en redes sociales y suele retransmitirse en directo en su cuenta de Facebook, incluso, medios locales han hecho alguna entrevista haciéndose eco de esta iniciativa que entre la gente causa sorpresa, se acercan, preguntan, se interesan, no les pasa desapercibido el valor social de la Escuela y del proyecto.

Pocas veces se logra la aunar la solidaridad con la formación práctica y la educación, y ésta es una de ellas. Ayúdanos a que siga creciendo, porque cada aportación a la Fundación Verón es valiosísima para seguir sosteniendo este proyecto.



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