La Cultura del Reciclaje en la Escuela del Vidrio

No hay lugar en el mundo que no tenga sus recursos amenazados, la contaminación y la basura son auténticos monstruos que destruyen, no sólo el presente sino también el futuro.

La revolución ecológica, entendida como un cambio rápido y profundo en nuestra relación con la naturaleza, todavía no ha sido completamente aceptada, pero tenemos que actuar.

Honduras, desde hace unos años, está integrando medidas de defensa medio ambiental, basadas en las tres Rs – Reducir, Reciclar, Reutilizar- pero todavía no tiene plantas propias de reciclaje de vidrio, aunque, ¿sabéis qué? El vidrio es un material 100 % reciclable hasta el infinito. Puede reutilizarse hasta 40 veces en su estado original y después se puede reciclar e iniciar de nuevo su vida útil. El vidrio puede ser esterilizado, no altera las propiedades de los productos que contiene, conserva aroma y sabor, es versátil pero indeformable, es ¡¡¡fabuloso!!!

En la Escuela del Vidrio y Hostelería de Honduras, los alumnos no sólo se forman, se educan, por eso el valor del compromiso con el medio ambiente es importantísimo para ellos y está en su ADN.

La Escuela inició la andadura del reciclaje desde su apertura. La Fundación Verón que ya les había puesto en contacto con la Fundación de la Real Fábrica de Cristales de la Granja de San Ildefonso, (sus profesionales han sido los encargados de supervisar el diseño curricular de su especialidad y la certificación de la calidad de los estudios) también, como formación del profesorado los envió a una la planta de Eco-Vidrio que está en Valencia, donde tomaron buena nota de todas las posibilidades.

De vuelta a Honduras empezaron a pedir a los hosteleros y negocios de la zona que les donaran las botellas y envases de vidrio que ellos ya no iban a utilizar. Los recogían, los clasificaban, los trataban, los aprovechaban. Poco a poco y según la Escuela iba creciendo en alumnos y notoriedad fueran los propios proveedores los que acercaban el material o llamaban para advertir de lo que habían reunido. Actualmente estas prácticas están tan consolidadas que no se entiende la Escuela sin este material. Con los envases, botellas y recipientes, ellos hacen desde lámparas a cuentas de bisutería. Los cortan en frío o los modifican en caliente, respetando el color y la transparencia original. Hacen prácticas o hacen encargos. Todo tiene una segunda oportunidad.

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