Contexto: ¿por qué este proyecto?
La crisis sanitaria generada por el virus COVID-19 llegó a Honduras a mitad de marzo 2020, generando el confinamiento total de escuelas y negocios de todo tipo, a excepción de servicios esenciales. Y aunque la Asamblea General de Naciones Unidas se exhortó a los gobiernos a reconocer las TIC como una necesidad y no un lujo en los presupuestos gubernamentales, debido a que “el bienestar social y la economía de las sociedades, las comunidades y las personas dependerá cada vez más del conocimiento y uso exitoso de las TIC” (Poh-Sze, 2002), Honduras no ha tenido éxito en los intentos de digitalización del país.
En Honduras, la educación online tal como la conocemos en Europa no es viable, por lo que los esfuerzos que hemos realizado durante el 2020 han sido tremendos. El Índice de Desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (IDI) evaluado por la Unidad Internacional de Telecomunicaciones (UIT), indican que Honduras ocupa la posición 107 de los 155 países en 2011. Esto implica la existencia de una considerable brecha digital, no sólo con relación a los países más desarrollados, sino también con América Latina e incluso con los demás países de la región Centroamericana. (Fuente: Agenda Digital de Honduras 2014-2018 de la UNESCO)
Fundación Verón crea proyectos para cambiar estas realidades, tenemos organizada para 2021 la llegada equipos informáticos que ante esta crisis fueron donados a la fundación, con el objetivo de poder dotar de material informático con el que poder trabajar a distancia como se ha hecho en el resto del mundo desarrollado.
Paralelamente a los problemas de acceso educativo, la situación psicosocial en los hogares es un gran problema, pues la falta de acceso a productos de higiene y alimentos de las familias se ha reducido notablemente. Las familias se han visto, en general, incapacitadas para trabajar, y de las pocas que pudieron, fue recibiendo el salario en cheques y con las restricciones de movilidad no podían materializar su salario. Las familias dependían también de la beca de alimentación que otorgamos en la Escuela del Vidrio a los estudiantes, sabíamos que eso les supondría un gasto con el que no contaban, a lo que se sumó la pérdida de empleos generalizada. Es por eso que activamos nuestro primer proyecto de Ayuda Humanitaria para hacer entregas de provisiones de alimentación e higiene a las familias que atendemos en los proyectos en Honduras.