

21 Jul Diario 8: Bienal
El tiempo estival suele ser bastante más relajado, o eso pensaba yo cuando veía a mis padres llegar tranquilamente a comer a casa, y luego tener el enorme lujo de poder echarse una siesta un martes, media jornada, lo llaman. Yo lo llamo a que en verano nadie quiere hacer tanto, todo parece más relativo y vamos a medio gas a todas partes.
Todo esto lo hacen los chicos y chicas de Lahat, nuestro proyecto de inserción laboral, cuando acaban su curso de 3 años de técnica, los que quieren y los que todavía tienen asignaturas de los estudios básicos, trabajan y aprenden en Lahat, que es como una marca y que da dinero también para que la escuela no sea tan dependiente.
Bueno, lo que os decía, que a tope. A veces parece que cuantas más cosas tienes que hacer, mejor. Pero la verdad es que, aunque estemos muy contentos por la cantidad de puertas que se nos están abriendo estos meses, estamos un poco preocupadas con ese sentimiento de que la maquinaria no puede parar. El otro día, en los coloquios que hace Debora de Mujeres Emprendedoras estuvo de invitada Silvina Espósito, y dando su testimonio como emprendedora comentaba que hay veces que hay que parar, hacer bien las cuentas y ver que nos sale rentable, que hay veces que se hace mucho trabajo a modo industrial y que no se gana tanto. No nos estoy comparando para nada, nosotros solo estamos engrasando la maquinaria, nos acaban de invitar a la fiesta (como para empezar a quejarnos) pero sí me gustaría relacionarlo con la idea de que nosotros, aquí, tenemos la suerte de tener eso que se llama media jornada y que hay veces que siento que le regalaría mis siestas de los martes a Débora, a Marco, a Elisa y a Germán.
Y que gracias por invitarnos a la fiesta, por enseñarnos a bailarla, por ser ejemplo y enseñarnos que el camino del emprendedor es rocoso y satisfactorio a partes iguales. Gracias por las ganas contagiosas y el trabajo bien hecho, por afrontar las cosas con sonrisas, ligereza pero también con determinación.
Aprovecho para enviarle un beso enorme a Debora y a Marco, ojalá todo el amor que habéis dado desinteresadamente se os sea devuelto en esta época. Os queremos y apreciamos.
FD niños, profesores, trabajadores y socios.