06 Nov Diario 35: Si me preguntas…
“Dios mío, ¡qué difícil es vencer la esperanza, que tenaz y astuta es!” – Michel Houellebeque.
Veo los videos, oigo las palas contra el suelo, veo las rayas marcadas en la pared, esas rayas ya las he visto antes.
Lo que no he visto antes es la determinación de tanta gente junta, lo que no había visto antes son todas esas garrafas de agua, cientos y cientos de ellas acumuladas en naves, iglesias y colegios, listas para ser cargadas en furgonetas por manos solidarias.
Estoy al otro lado del charco y puedo oler el enfado, la indignación de una nación entera, contra la gestión o la no gestión, pero sobre todo contra la gente que va en contra. Contra los que no mueven el culo, en general.
Me preguntan aquí (EEUU) cómo estamos, si nos ha afectado, nos preguntan los hondureños que si estamos todos bien. A lo que contesto: “sí sí, mi familia está bien, mis amigos están bien. Y aun así es desolador. Estamos todos alucinando con lo que está pasando. Gracias por preguntar”
Estoy lacrimosa viendo todos los videos, escuchando a tantísima gente de mi edad organizar, moverse, comprar y pedir las cosas que se necesitan para los valencianos. Es escalofriante y emocionante a partes iguales.
Me da pena por muchas cosas, sobre todo por las obvias. Pero también, no sé muy bien cómo explicar esto, me da pena saber que cuando estas cosas pasan en otros países no hay ni gobiernos (sorpresa) ni personas (!) que ayuden ni que apoyen. Que el tejido social está tan tan tan roto que no existe un el pueblo salva al pueblo. También porque todos los que ayudarían están igual de jodidos.
En España veo olas de gente que se mueve, que se queja, que toma acciones, que se moviliza con una determinación enorme. ¿Cuánto vamos a tener que trabajar para ver algo así en Honduras? ¡¡Y ni siquiera es lo idílico!! es desmoralizador, la verdad.
Me enorgullece muchísimo ver a tanta gente de mi país queriendo tanto y trabajando tanto por el resto. Me dan ganas de quedarme aquí para siempre, de trabajar en este sector siempre, porque de verdad que se necesita.
Animo a todos esos voluntarios y no dejéis nunca de donar y de apoyar a las causas que hacen que se os pongan los pelos de punta. Juntos somos mejores siempre.