05 Dic Diario 11: El secreto de estas Navidades.
Hace unos días estaba con mi grupo de amigos debatiendo sobre cosas varias, cuando Gon (que suele sacar los temas más candescentes) nos planteó esta cuestión: Si supieras que vas a salvar a 20 familias en África bajando un poco tu nivel de vida, como yéndote a Cuenca (por ejemplo) a vivir ¿lo harías?. Todos dijimos que sí de manera muy convincente. “Joder es que 20 familias son mazo”. Todo esto había empezado porque llevábamos casi todo el fin de semana jugando a el típico “qué prefieres”… Qué prefieres salvar a tu mejor amiga o a un avión lleno de gente que se va a estrellar etc etc. Sí, tenemos 5 años. Pero siempre es divertido.
Total, que llegamos al tema de salvar de verdad 20 vidas y cambiar un poco nuestra condición de vida. Cuando dijimos todos que sí, Gon nos empezó a decir que éramos unos falsos, porque lo podríamos estar haciendo ahora mismo y no lo estábamos haciendo. A lo que Monto saltó defendiéndose diciendo que ella no sabía cómo hacerlo y que no era tan fácil. Yo dije que siendo socio de Fundación Verón y qué sí era fácil pero que aquí todos queremos ahorrar y tener cosas bien atadas para el futuro, o simplemente independizarnos (que no es tan fácil). Y es que a veces es mucho más fácil de lo que pensamos ayudar a 20 familias que lo necesitan. E, incluso, no hace falta irse a vivir a Cuenca.
Uno de los trabajos más importantes de las fundaciones y ONGs, es hacer ver a la gente que verdaderamente con poco, pero con constancia, sí se puede cambiar la situación de extrema pobreza, hambre o enfermedad de familias del mundo. Y no hace falta irse a ningún sitio, casi casi ni perder tiempo. Lo que hay que ser es consciente. Saber que se puede, que entre todos, se puede.
Que vale, que sí, que parece que los males del mundo son un pozo sin fondo, que uno echa y luego sigue habiendo guerras, retrocesos, desastres etc. Pero esconderse en eso para no donar es de cobardes y de ratas. La verdad. Cuando ayudas una vez, ayudas de verdad. Y es palpable y es necesario. Y nosotros, en Verón, creemos que la mejor forma de ayudar es enseñar, que la gente trabaje, que estudie y que luego enseñe al de al lado. Porque así cerramos círculos viciosos. El mundo va muy rápido y siempre hay cosas que enseñar, pero por algo se empieza.
Ayúdanos a ayudar, no te vayas, no hace falta que cambies totalmente tu nivel de vida para ayudar y para tender la mano a 20 familias que lo necesitan, de verdad que no. Este es el secreto, cuéntaselo a tus amigos, vamos a enseñar a ayudar, a no ser falsos. No es lo uno o lo otro. Estas Navidades, ayuda un poco.