Diario 5: Carreteras infinitas y emprendimiento.

Hace un par de semanas volvimos a la carga con el programa de emprendimiento que organizamos junto a nuestros amigos de Tetuan Valley. Como muchos ya sabéis, gracias a este programa nuestro alumno Wilmer empezó el año pasado su emprendimiento Vidrios Molina y, actualmente cuenta con un taller propio en El Progreso. Pues bien, hemos vuelto a la carga. 

También es importante comentar que el año pasado fue la primera edición de lo que sería esa Stardtup School Hondureña, llamada Club de Emprendedores, a la cual se apuntaron ni más ni menos que 25 estudiantes de la Escuela del vidrio. 

Al empezar con tanta gente, estábamos emocionadísimos pensando que saldrían un montón de proyectos, sin embargo el único que salió a flote fue Vidrios Molina. 

En esta nueva sesión, contamos con cuatro proyectos, llevados a cabo por ocho chicas: Jenny, profesora de tecnología del colegio; Helen, Alicia y Kristel estudiantes de técnico de cocina en la escuela; y Maryuri y Kenia, estudiantes de vidrio. 

A lo largo del programa os iremos hablando sobre sus proyectos y cómo estos van avanzando. 

Pero empecemos por el principio, ¿Qué buscamos de este club? ¿de verdad jovenzuelos de 16 años que siguen dando mates pueden sacar un emprendimiento a esa edad? 

Bueno, a ver, nos faltan pulir cositas. La idea principal es que salgan con proyectos reales, que aprendan a través de charlas y clases prácticas online (de exponentes que ya han estado previamente trabajando con Tetuan) todo lo que hay que plantearse previamente a empezar un proyecto,  problemas, soluciones, demandas dentro del entorno del proyecto, donde ubicarlo, cuánta gente se necesita etc

Gracias a Tetuan tenemos un Ferrari, porque nuestros exponentes son unos cracks, todos trabajando en España, con curriculums estupendos, emprendiendo en sectores pioneros, y, a parte, son ponentes majísimos que lo hacen muy bien. Hasta ahí fenomenal. El problema viene cuando no hay calzada para conducir semejante Ferrari. Cuando debido a la brecha digital nuestros alumnos no hay posibilidad de tener a gente teletrabajando, donde su idea de emprendimiento es un café o una editorial, no una web, o cualquier cosa digital. O básicamente que con 16 no quieres meterte en ningún lío y menos en el de trabajar día y noche.

Hay muchas cosas por pulir, tanto en la adaptación del programa a la movida Hondureña como la forma de trabajar de nuestros alumnos. Sin embargo, hemos vuelto a la carga, y seguiremos año tras año con el proyecto porque si sale Vidrios Molina, significa que otros muchos también podrán salir. Y porque, las cosas hay que aprender a conducirlas, hay que darse cuenta que no nos podemos quedar sin carretera para toda la vida. Y nosotros le enseñamos el Ferrari, pero no se lo damos.



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