El Sobrecogedor Bullying

 

El 2 de mayo es el día internacional contra el Bullying, es decir, contra el acoso escolar y nos gustaría hablaros sobre esta lacra que estremece. Ya no se trata de las bromas o pequeñas crueldades entre niños y novatos, quién no ha oído el típico mote peyorativo o sufrido algún que otro evento reprochable en su etapa escolar, no, estamos hablando de ACOSO, así, con mayúsculas, con casos que te ponen los pelos como escarpias.

Desde los datos: un incremento en España del 240% en los dos últimos años, a los suicidios de quien ni siquiera ha empezado a vivir y ya ha decidido que no merece la pena, todo es estremecedor. Chicos con maldad han existido siempre; miradas al otro lado de los profesores y de la dirección del colegio, también; padres que no son conscientes de la situación por la que están pasando sus hijos, no nos extrañan, y escribirlo así no es por reprochar, es por poner las cartas sobre la mesa e intentar buscar la manera de ayudar.

Campaña de Sonae Sierra contra el Bullying

Los casos son difíciles de detectar en un primer estadio, porque los chicos por vergüenza y minada su confianza, suelen ocultarlo. Los primeros a los que les debiera saltar la alerta son sus compañeros, porque lo habitual es que el acosador se jacte de lo que hace, pero también se callan, temen sufrir represalias y que además el colegio no haga nada. En la cadena lógica de sucesión de hechos, los siguientes son los profesores o el personal del colegio, cada vez más están avisando a los padres, hablando con el claustro y la dirección, pero la mayoría tiene las manos atadas. Hacer público un caso de bullying es desprestigiar a la institución donde tiene lugar, porque en la memoria prevalece el mensaje “yo no llevo a mi hijo a este colegio porque se ha dado un caso de bullying, es inseguro”. En lugar de: “yo prefiero llevar a mi hijo a este colegio porque, cuando se ha dado un caso de bullying, han reaccionado y eso me da seguridad” La forma de comunicar es fundamental.

Por otro lado, es increíble que el ciberbullying este dando alas al acosador en lugar de a la víctima, con lo fácil y rápido que sería publicar en favor del más débil, mensajes que den la vuelta a la tortilla, que den voz a los que defienden y a los que apoyan, que los convierta en héroes frente a las atrocidades. Si todos saben utilizarlo para lo malo, ¿es que son ignorantes para lo bueno?

Y ¿los padres? Es difícil, cada caso es un mundo, cuando un niño decide ocultarse, curiosamente sabe mil recursos para conseguirlo, y seguro que hay señales, pero  hasta que físicamente no les pasa factura (no comen, no hablan, no duermen, no rinden…) no se pasa de una mala racha a un “tenemos un grave problema”. Si los padres de los compañeros se enteran, tampoco suelen ser muy activos a la hora de denunciar, hay un “no te metas” antes de un “cuéntamelo todo para que nos podamos movilizar”. Al final, la solución adoptada la mayoría de las veces es el cambio de colegio, de barrio y hasta de población, pero ¿por qué debe huir el que es víctima? Es injusto aunque, mientras no sepamos resolverlo, lo cierto es que suele funcionar. No podemos olvidar que las secuelas de un maltrato (es lo que es el bullying) son impredecibles en su calado y duración.

Un niño infeliz, maltratado, es de las cosas más tristes con las que nos podamos topar, así que, contra el bullying no sólo queremos CONCIENCIACIÓN, queremos ACCIÓN.



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